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Issac pensó que si acepta el trato con el demonio las cosas resultarían más sencillas, comparado con el camino lleno de espinas que ha estado recorriendo. Entonces no pudo negarse.


“Ja, eso está bien. Sin embargo, hay una condición.”


“¿Cuál?”


“Después de expulsar a la verdadera Princesa Parvis, prométeme que asumirás su papel hasta que nazca el próximo elemental.”


“Seguro. Me aseguraré de que no se haga daño a personas inocentes que no tengan nada que ver con tus enemigos. No tengo ningún interés en ellos. Lo único que me importa es cumplir el contrato. No miento cuando se trata de contratos. Si miento recibiré una gran penalización.”


La voz del demonio que hablaba así sonaba tan tranquila. Ni siquiera pudo imaginar que sea una mentira.


En la niebla, el demonio sonrió y dijo:


“¿Entonces firmarás un pacto temporal?”


“Cuide bien de mí…”


“Lo haré.”


No había forma de que Issac lo supiera.


El hecho de que el demonio no puede mentir solo aplica cuando se hace un contrato con el humano que lo invocó.


Issac Weinberg no era el contratista del demonio, solo era el pariente del contratista. Así que la regla de no mentirle cuando se hablaba de pactos no existía, pero se aprovechó de la conmoción de presenciar la injusticia y la muerte por la que había pasado su hermana menor lo paralizó por un momento.


‘Si haces un pequeño compromiso, podrás fácilmente obtener venganza.’


Esas palabras fueron tan seductoras para Issac, quien había pasado por tantas dificultades para llegar hasta donde estaba ahora.


El demonio siempre lanza un cebo irresistible a los humanos.


“Quizás eso fue una trampa.”


El conde Weinberg murmuró nervioso, mordiéndose las uñas.


En ese momento, estaba medio absorto en la idea de poder vengarse.


Él odiaba más a Simón Edimburgo que al propio demonio.


Si no puedes vengarte por tu propia cuenta, ¿sería un gran problema convertirse en socio de un demonio?


Pero la historia es diferente si el demonio tiene otros planes.


‘Si existe otro plan para encontrar la Piedra Espiritual… Sucederá una catástrofe tan terrible, que ni se puede imaginar.’


Su cuerpo tembló espontáneamente. En las leyendas, aquellos que hicieron un contrato con los demonios, siempre encontraron un trágico final. Los demonios ofrecieron a los humanos un cebo irresistible, y cuando ellos mordieron el cebo, los traicionaron sin piedad.


¿Hay alguna garantía de que él no va a ser así?


Además, si siquiera era el contratista de Ragibach. Solo era un socio a largo plazo que es utilizado por mera necesidad.


“Ah…”


Pero cuando se dio cuenta vagamente de ese hecho, ya era demasiado tarde.


‘Primero, castiguemos al marqués Edimburgo. Después de eso, rompamos los lazos con este demonio…’


Pero, de repente…


Bang!*


“Tío.”


La puerta se abrió en un instante y se escuchó una voz familiar.


Cuando giró la cabeza, Cosette y el mayordomo con el rostro desconcertado, estaban juntos.


“¡Ah, señorita! Si abre la puerta sin permiso…”


“Oh lo siento. Es porque fui criada como una plebeya.”


En absoluto sonaba como una disculpa. Su voz era tan brillante como el gorjeo de una *alondra, pero no podía sentirlo. Era por el hecho de que ahora mismo estaba de muy mal humor.


*Las alondras son aves parduscas que se reconocen muy fácilmente por su canto característico, que emiten en vuelos altos sobre la campiña.


Issac le indicó al inquieto mayordomo que se apartara.


Después de cerrar la puerta con fuerza, Cosette avanzó dando grandes pasos.


“Escuché algunas noticias bastante interesantes.”


“Así de la nada, ¿de qué estás hablando?”


“Sobre la noticia de que Keira había visitado apresuradamente la casa de su abuelo materno tan pronto como salió del Palacio Imperial. Ella no suele interactuar con su familia materna, ¿verdad? La relación ese hombre con sus nietos no es tan estrecha.”


Issac respondió con naturalidad.


“¿Quiere saber por qué la señorita Keira visitó al Marqués?”


Entonces, los ojos de Cosette se entrecerraron.


“No estás tramando algo sin mí, ¿verdad?”


“Si alguien lo oye, pensaría que fui yo quien visitó Edimburgo.”


“Entonces, ¿por qué Keira visitó a su abuelo materno? ¡Además, tan pronto como salió del Palacio Imperial! ¿Sabes lo que está pasando?”


“¿Cómo se supone que sepa eso? Quizás había algo mal en el Palacio Imperial. Tal vez, pensó que tenía que visitar a su abuelo materno mientras estaba fuera.”


Cuando Cosette comenzó a mirar en silencio, él respondió con un movimiento de manos, como si no pudiera evitarlo.


“Ah, ya veo. Lo haré yo mismo. Averiguaré sobre lo que pasó en el Palacio Imperial y por qué fue a ver al Marqués Edimburgo. ¿Estás contenta ahora?”


Cosette lo miró con desagrado, como si no le gustara en absoluto, y dijo sin rodeos:


“Ya lo he dicho varias veces, no hagas nada precipitado, porque tengo todo calculado.”


“Sí, Sí. Por supuesto. ¿Cuántas veces más tienes que darme la misma respuesta para quedar satisfecha? “


“Solo piensa en ello…”


Tenía la sensación de que él estaba tramando algo sin su conocimiento, pero no había nada que probar. Siempre que Cosette interrogaba, él siempre lograba desviar el tema.


‘-Debes haber estado nerviosa debido a que hubo muchos accidentes desafortunados. Tómate un tiempo libre. La oportunidad llegará algún día.’


Con eso, ni Cosette puede hablar más. No hay evidencia de que esté haciendo otra cosa, pero también es cierto que últimamente ha sido arrogante.


Ella salió de la habitación diciendo:


“Descúbrelo lo antes posible.”


Cuando Cosette salió de la oficina, la tensión en su cuerpo se relajó. Se reclinó en su silla y suspiró.


‘¿Es porque eres un demonio? Tu intuición es aguda.’


Él se movió sigilosamente, evitando sus ojos; sin embargo, ella parecía haber notado algo.


“Si pierdo el tiempo, podrían atraparme.”


Entonces, tenía que resolverlo rápidamente…


* * *


Dos días después, Keira volvió a visitar la casa de su abuelo.


Sí, fue para discutir ese asunto.


Al entrar al estudio, vio a Simón sentado en el sofá de la oficina y con la mano en su frente.


Keira se sentó frente a él y dijo:


“Te ves mal.”


“Va a haber una audiencia…”


“La gente no tiene derecho a pedir una audiencia.”


“Es posible si los nobles están detrás de esto.”


“Como el Conde Weinberg.”


“No me sorprende. ¿Sabías? Pensé que tendría tiempo para lidiar con el hecho de que Su Alteza el Príncipe Heredero había dicho de intentar frenar los rumores…”


“Cálmate y piensa detenidamente. ¿Alguna vez se ha filtrado alguna pista sobre lo que sucedió hace veinte años?”


“Ha pasado mucho tiempo desde que eliminé la evidencia.”


“Sí… eso es cierto.”


Keira hizo una pausa por un momento. Era un hecho que no quería admitir para sí mismo.


“Ni siquiera diría que Cosette fue criada por un par de pueblerinos en las montañas de Altair.”


En otras palabras, Weinberg estaba al tanto del último movimiento de Rowena.


El marqués Edimburgo respondió tosiendo.


“No vuelvas a investigar… Y hay una cosa más que quiero preguntarte.”


“¿Qué es?”


“¿Existe alguna posibilidad de que Rowena esté embarazada de gemelos?”


“¡…!”


Una mirada de sorpresa cruzó su rostro. Al mirarlo, Keira estaba convencida.


“Después de todo, no hay forma de que el abuelo no haya pensado lo mismo que yo.”


“No lo dije porque era prácticamente imposible. A pocos kilómetros del lugar donde se encontró el cuerpo, no había una casa en particular a la que acudir. Incluso si dio a luz a una hija en las montañas. ¿Crees que una bebé recién nacida puede sobrevivir sola en tal montaña helada?”


“Me preocupaba que te pusiera ansioso hablar de algo insignificante.”


“¿Y si… después de todo, y si se escapase después de dar a luz a Cosette en una casa remota?”


“¿Crees que es realmente posible? No solo estaba embarazada, ¿sino que estaba huyendo después de dar a luz a uno de sus gemelos? ¿Incluso en esa helada cordillera?” Preguntó Keira.


“Sé que estás ansiosa. Pero en momentos como este, tienes que creer en ti misma. Eres la única hija del Gran Duque. No se deje engañar por palabras falsas.”


“Perdón… Se veía mal.”


“No. Cosas así también pasan.”


El marqués Edimburgo le dio una palmada en el hombro como si la entendiera.


“Lo investigaré una vez más. El único problema es…”


“No hay suficiente tiempo.”


“Sí, los aristócratas de alto rango por encima del marqués tienen derecho a solicitar una audiencia de emergencia. Si no tiene nada listo todavía … estará en desventaja.”


Sin mencionar que la otra parte estaba completamente preparada y preparó una trampa. No puedes caminar a una trampa sin ninguna preparación.


‘El tiempo, el tiempo es el problema.’


El marqués suspiró y se lamentó.


“Incluso si queremos posponer la audiencia, no hay forma de que puedan conceder nuestra solicitud…”


En el momento en que escuchó esas palabras, algo pasó por su mente. Keira abrió la boca.


“Si no escuchan nuestra solicitud, tendremos que usar a alguien más.”








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