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 Si la doncella no hubiera llamado a la puerta entonces, Caville nunca habría soltado su cintura. Cuando recordó lo que pasó aquel día, sus mejillas se sonrojaron. Norman, que la seguía, miró preocupadamente a Elody por su estado tan absorto en otra cosa.


Él le preguntó con ansiedad:


— Señora, ¿no se encuentra bien?


—Oh… oh, no, estoy bien.


— ¡Oh! Señora, ¿está enferma? Déjame ver.


Marie apoyó su mano en la frente de Elody.


—Bueno, no tiene fiebre… ¿Pero debo de llamar al doctor, señora?


—Está bien, Marie.


Elody se despidió de Marie y Norman y se alejó rápidamente.


* * *


Junto al edificio de los Caballeros existente, se completó otro gran edificio que era para los nuevos caballeros. Elody revisó los campos de entrenamiento, el equipo, los establos y los detalles restantes.


— ¿Señora, va a dejar la seguridad de las calles a la Orden de Biodan?


—Así es.


Ante las palabras de Norman, Elody miró hacia abajo.


Cabeceó.


La mayor tarea de la Orden de Biodan era patrullar las concurridas calles del territorio. La seguridad era lo más importante, ya que había más gente ahí.


Y los caballeros y soldados que previamente habían custodiado las concurridas calles debían de ser trasladados a los límites y puertos del territorio.


Como el puerto es de nueva construcción, necesitarán mano de obra. Entonces, desde lejos, se acercó Berenice con un uniforme nuevo. Hoy se mudarían todas al nuevo edificio.


Escuchó que a todos les sorprendieron las lujosas instalaciones…


Elody parpadeó y miró a Berenice en uniforme. Se veía tan genial. Habiendo sido nombrados caballeros por Caville, ahora eran estrictamente caballeros, no mercenarios.


—Señora.


Berenice hizo una reverencia frente a Elody.


— ¿Te gustó tu nuevo alojamiento y centro de formación?


—Sí. De hecho, todos siguen desconcertadas… y yo también.


Aún no se habían dado cuenta de que eran caballeros.


Cuando vivían en Bologne, los trataban peor que a los sirvientes. Habitaciones chirriantes, ropa vieja, armas oxidadas y comida podrida. Pero después de llegar a Cernoir, estaban viviendo una nueva vida como si fueran los personajes principales de un cuento de hadas.


Quizás por eso todas estaban tan entusiasmadas con el entrenamiento.


Elody sonrió y miró a Berenice con un bonito uniforme.


Ahora solo había unas 30 personas, pero pronto habrá una avalancha de personas que se postularían a la Orden de Biodan.


La misma Elody se encargó del uniforme de los caballeros de Biodan contratando a un diseñador famoso. Los uniformes y armaduras completos eran todos negros, a diferencia de los caballeros blancos de Cernoir. La imagen de los caballeros de Biodan, que patrullarán las calles en caballos negros, volando con mantos negros.


Ugh, era genial solo imaginarlo.


Había una sonrisa en los labios de Elody. Terminó la inspección del nuevo edificio con placer. Y por si acaso, visitó el campo de entrenamiento de los Caballeros de Cernoir ya existente con los antiguos trabajadores.


— ¡Señora!


En la visita de Elody, Brien, quien estaba dirigiendo el entrenamiento, fue el primero en correr hacia ella.


Miró a Marie que estaba detrás de Elody y le dirigió una mirada furtiva.


—……


Sin embargo, Marie ni siquiera lo miró con frialdad. Elody los miró a los dos y dijo:


—Estoy preocupada por los nuevos caballeros, ¿están todos en su contra?


—De ninguna manera. Tal vez sea porque alguien ha estado diciendo que mataría a cualquiera que los molestara, nadie se atreve.


Realmente lo hacían.


— ¿Quién?


— ¿Quién haría eso?


—Un idiota en esta Orden.


—Ajá.


Elody recordó de inmediato el rostro de Heinz, era el único que se le vino a la mente cuando la palabra ‘Idiota’ fue pronunciada.


— ¡Señora!


Entonces, un Therion de rostro brillante se acercó desde lejos.


—Oh, Lord Therion.


Elody le dedicó una brillante sonrisa. Marie miró con atención la expresión facial particularmente alegre de Therion.


—Señora, parece que ha perdido algo de peso.


—No lo creo.


Therion miró a Elody y le preguntó en tono preocupado:


— ¿Es eso así? Debería de cuidarse.


Elody sonrió torpemente y acarició su propia mejilla. Las palabras empañaron el rostro de Norman y Marie.


—Entonces confiaré en ti y por favor ayuda a los caballeros nuevos a adaptarse bien mientras que tome un descanso.


Brien creyó que las palabras de Elody eran amables y sinceras.


—Sí, escuché que son increíblemente talentosas. Todo el mundo parece estar ansioso por unirse a ellas.


Brien estaba a cargo de ambos caballeros, los nuevos y los viejos.


Elody dijo repetidamente:


—Por favor, haz un buen trabajo. —, y se alejó.


—……


Y Therion miró la espalda de Elody con una mirada de pesar. Recientemente, no ha tenido la oportunidad de hablar con su señora a solas. Cernoir estaba creciendo enormemente en comparación con antes. Después de la guerra, entraron los caballeros no territoriales, y ahora los nuevos mercenarios se han convertido de repente en caballeros. Therion pensó que tal vez ahora era un inútil para su señora.


Fue un pensamiento pasajero, pero fue suficiente para deprimir al solitario Therion.


* * *


Después de entrar al laboratorio, Elody se sentó en su escritorio y reflexionó un rato.


Ifrit, que la siguió, resopló como si no estuviera interesado en su rostro preocupado.


— ¿Qué pasa?


Elody preguntó mientras miraba a Ifrit.


—No sé por qué, pero he tenido unos días aburridos y difíciles.


—No te quejes, no eres el único que debe de hacer cosas, ¿sabes?


Bien— respondió, mirándola.


Ifrit estaba siguiendo a Elody desde una buena distancia para protegerla.


Originalmente, estaba en los brazos de Elody todo el tiempo, pero después de que Caville lo regañara, dejó de hacerlo.


“—No te dejes abrazar por mi esposa— le había dicho eso y lo siguió por detrás.”


Era un bastardo sucio y maldito. Sin conocer las circunstancias, Elody frunció las cejas y dijo:


—El Conde de Bologne va a trabajar en algo pronto y estaba pensando en ello.


— ¿El tipo al que le cortaron su miembro?


—… Sí.


De hecho, había llegado el momento de que el conde Bologne hiciera un escándalo.


Los soldados de Bologne, que perseguían a Biodan, tuvieron que regresar a Bologne sin poder ingresar al territorio. Llegará la noticia y pronto explotará una disputa. Seguro que correría sangre y harían un escándalo.


¿Qué debería de hacer para que no se volviese algo grave con alguien que no escucharía nada de sus palabras?


Elody estaba preocupada por eso. Entonces, se escuchó un pequeño ruido desde el invernadero.


‘¿Qué?’


Los espíritus deben de estar aquí. Deben de estar jugando. Elody se dirigió al invernadero con Ifrit. Efectivamente, los espíritus rodaban por el campo de fresas. Elody se acercó a los espíritus con la intención de regañarlos.


— ¿Qué están haciendo ustedes aquí?


Los espíritus bebés volvieron a mirarla cuando escucharon  la voz de Elody.


—Les dije que se quedaran con Caville. ¿No me escucharon?


Elody se puso en cuclillas frente al campo de fresas y  les dijo eso con una mirada determinada. Los espíritus con sus bocas cubiertas de fresas, rápidamente empezaron a llorar.


W-waaa


Ifrit parecía aburrido y molesto.


Él y los espíritus de los bebés estuvieron juntos hasta la noche. Elody y Caville estaban juntos en la mañana donde tenían tiempo libre. Pero no era bueno para Ifrit quien tenía que cuidar de los espíritus cuando ellos jugaban a ser tortolitos. Los espíritus de los bebés eran desobedientes. Sintió como si estuviera criando a un niño que ni siquiera sabía que iba a morir en algún momento.


Ifrit le dijo a Elody:


¡Arregla esto!—, y la empujó a que los regañara más severamente, como con un castigado.


—Vamos, les daré las fresas después así que vuelvan con Caville.


Elody dijo con dulzura, pero los espíritus de los bebés inflaron sus mejillas como si tuvieran dolor.


— ¡Es injusto!


El gato bebé, el Espíritu del Rayo, dijo intencionadamente.


Los ojos de Elody se han agrandado.


— ¡Malo! ¡Injusto!


Esta vez fue un pajarito.


Pío.


¿Cómo arreglaría esto?


Los trató con ternura y dulzura para arreglar el ánimo de los pequeños que estaban haciendo pucheros.


—Por cierto, ¿no les agrada Caville?


Ellos moquearon.


—Les gustaba Caville. ¿Qué pasó?


Los espíritus bebés habían seguido instintivamente a Caville y les agradó debido al fuerte maná. Más que Elody, a ellos les debía de gustar él.


— ¡Estamos molestos!


Ante las palabras del bebé oso, Elody arrugó la frente.


— ¿De qué estás hablando?


De hecho, para Elody, era más fácil entender cómo se quejaban antes. Era a causa del idioma antiguo. Elody miró a Ifrit, pidiendo ayuda.


Ifrit dijo con una risita.


—Ellos están molestos.


—Supongo que sí


— ¡Por supuesto que están molestos! ¿Cómo es posible que no les moleste Caville? ¡Gente estúpida!


La dura crítica oscureció los rostros de los espíritus bebés.


— ¿No estás siendo muy duro con los bebés?, Ifrit.


El rostro de Ifrit estaba arrugado por las palabras de Elody.


—Tú, ¿cómo pudiste hacerme eso? ¡Cómo es que no te pones de mi lado cuando siempre te sigo así!


Ifrit emitió una secreción nasal llorosa y se exasperó.


— ¿Por qué estás tan enojado?


Elody se sintió avergonzada y trató de calmar a Ifrit. Pero Ifrit debía haber estado muy molesto, porque gritó:


— ¡Lo que sea! ¡Ya no me importa! ¡Deberías de ir con Caville, quién los está molestando! ¡Tú eres la que los cuida!


Después de cada noche, Ifrit se llenaba de agonía al recordar que se había ocupado de los alborotados espíritus de los bebés.


Ifrit estaba harto. Se llevó unas fresas a la boca y salió del invernadero. Esta se convirtió en la revuelta de protesta de Ifrit.


—…..


Elody miró a los espíritus bebés con una expresión preocupada.


¡Miau miau! – (¡Odio a Ifrit!)


¡Piooo pio! – (¡Solo nos gustan las fresas!)


¡Grrrw grwww! – (¡Vamos a quedarnos aquí!)


—…….


‘¿Su reacción no fue demasiado…?’


Podría haber sido triste para Ifrit. Elody pensó que debería prestar atención a Ifrit por el momento.


Antes de eso, primero tenía que encontrar la causa. Elody miró a los espíritus bebés.


‘¿Cómo molestaron estos alborotadores a Caville?'


Caville era una persona amable, puro, y cariñoso por naturaleza. Caville no podría haberlos molestado.





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