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 Después del banquete, el intento de asesinato que sucedió el día de mi primer aparición en púbico comenzó a ser investigada.


Fue porque todos temían una declaración de guerra de Rodka.


Pero ya era agua derramada.


Rodka puso en práctica sus palabras.


Empezó a investigar a los asesinos.


Como no son pocos los que guardan rencor en Hyperion, hay que decir que la razón del ataque a la princesa vino de todo el continente.


Rodka no tuvo que escarbar.


Sin embargo, como ejemplo, sólo se eligió uno de los territorios grandes.


Fue la Federación Akala de las islas Quantea.


La razón por la que las pequeñas naciones de la isla eligieron Akala como ejemplo fue simple.


Fue porque los príncipes gemelos opinaron que sería bueno regalarle las islas Quantea a Enisha.


Conocidas por su hermosa costa y perlas de alta calidad, las islas Quantea sería un excelente regalo para Enisha.


Rodka inmediatamente declaró la guerra a la Federación de Akala.


Cuando Rodka, que había permanecido en silencio hasta ahora, dijo de repente que empezaría una guerra, los nobles se volvieron locos.


Y cuando se declaró la guerra, la Federación de Akala, comenzó a enviar representantes como locos.


Los representantes se quejaron de la injusticia, pero Rodka mató a todos los representantes de Akala, dejando sólo uno.


Y envió evidencias con el superviviente para demostrar que el asesino fue enviado desde la Federación de Akala.


La Federación de Akala finalmente lloró y pidió ayuda a sus aliados.


Pero en cuanto tomaron la decisión de contratar a un asesino, ellos habían firmado su sentencia de muerte.


El continente le dio la espalda a Akala e Hyperion comenzó a prepararse para la guerra.


Como comandante, Rodka y el Príncipe Helad decidieron avanzar.


Para un rápido final de la guerra, querían castigar a los que acosaban a Enisha.


Mientras se preparaba para la guerra, también era Enisha quien más se preocupaba por Rodka y Helad.


“Enisha.”


En la víspera de su partida, los dos hombres visitaron a Enisha en persona.


Rodka abrazó a Enisha, que estaba durmiendo, envuelta en su pequeña manta.


“Humm…….”


Ella bostezó y apoyó su cara en los brazos de Rodka.


‘¿Saldrán mañana?’


Enisha preguntó una vez, a pesar de que lo sabía todo.


“¿Papá……dond…?”


Cuando Enisha le preguntó, Rodka respondió con calma.


“Te traeremos perlas.”


Ante la respuesta sin sentido, las criadas a su lado se estremecieron.


Helad se rió abiertamente, pero Rodka fingió no saberlo y besó a Enisha en la mejilla.


Enisha lo miró deprimida cuando dijo que se iba, él dijo en voz baja:


“No te preocupes. No nos lastimaremos.”


Las manos grandes de Rodka se envolvieron alrededor de la mejilla de Enisha.


Mientras le tocaba la mejilla blanca con su mano llena de cicatrices, susurró con ternura.


“Pero va a tomar un poco de tiempo. Volveré antes de que cumplas dos años.”


Rodka besó y soltó la frente de Enisha, y Helad, que estaba a su lado, tomó a Enisha y la abrazó.


“Tu hermano te traerá la perla más grande del mundo.”


Enisha sonrió brillantemente ante su aparición.


Entonces Helad gritó y hundió la cara en el hombro de Enisha.


“Uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.”


“Volveré lo antes posible.”


Al día siguiente, el Ejército Imperial de Hyperion, liderado por el Emperador Rodka y el Príncipe Helad, se dirigió a la Federación de Akala.


***


Mientras Rodka iba a la guerra, el trabajo del Emperador fue asumido por el Segundo Príncipe, Rosiel.


Era un príncipe joven, pero nadie se quejó.


Rosiel era mejor sosteniendo una pluma que una espada.


Y como los monstruos de Hyperion, Rosiel ha demostrado plenamente su habilidad.


Más bien, había nobles que pensaban que Rosiel era mejor para hacer juicios racionales en lugar de Rodka.


Especialmente debido a su rápido ritmo de trabajo, los funcionarios administrativos le dieron una gran bienvenida a Rosiel.


Y ahora que Enisha tenía casi dos años, crecía día a día.


Sus pequeños y ansiosos pasos ahora eran perfectos.


Podía hablar un poco mejor, por lo que hablaba con bastante habilidad, aunque todavía era una pronunciación adecuada para una bebé de casi dos años.


La lectura y la escritura estaban al nivel de los adolescentes.


La condesa Rutzfeld se motivaba día a día gracias a Enisha.


En repetidas ocasiones trató de averiguar dónde provenían las habilidades del genio y estrella del imperio.


Enisha tuvo que tratar constantemente de no revelar sus habilidades originales.


Sin embargo, no estaba tan cansada todos los días.


“Llevemos una canasta para el picnic.”


“Si, princesa. ¿Tienes algo que te gustaría comer?”


“Algo con carne.”


Ante las sinceras palabras de Enisha, las criadas apenas pudieron contener la risa.


Hoy, iba a ir de picnic con las criadas.


Gracias a su habilidad para caminar, Enisha solía dar paseos y, a menudo, caminaba hasta el otro extremo del Palacio Imperial con sus criadas para hacer picnics.


Las criadas que preparaban el almuerzo del picnic llevaban una gran cesta y Enisha llevaba su pequeña cesta. Solo había unas pocas galletas ligeras en la cesta que le daban para dar un ambiente de picnic.


La escena de Enisha corriendo y cargando su cesta, llamó la atención de la gente del Palacio Imperial.


Expresaron su respeto por la princesa más joven, pero no pudieron ocultar la sonrisa que apareció en sus rostros.


Enisha se rió mientras agitaba su vestido como un bebé para igualar su mirada.


El lugar de picnic de hoy era el bosque dorado del Palacio Imperial.


Una variedad de animales raros vivían en este lugar llamado bosque dorado debido al gran árbol de hojas doradas ubicado en el medio del bosque.


De vez en cuando, se celebraba aquí una partida de caza por diversión, y en ese momento, se les permitía capturar animales preciosos en el bosque.


Entonces escuché que los nobles esperan con ansias la competencia de caza que se lleva a cabo en el bosque dorado del Palacio Imperial.


El bosque dorado era el lugar favorito de Enisha, así que solía hacer picnics como este.


Fue cuando llegué al bosque y caminaba con todas mis fuerzas buscando un árbol dorado.


Las criadas que iban delante de ellas se volvieron ruidosas.


“Oh, mi…”


“Disculpe por mi grosería, príncipe. Pero ya que la princesa se encuentra aquí, debo pedirle que se retire.”


Enisha, que asomó la cabeza para ver lo que estaba pasando y había un niño siendo arrastrados por las criadas, luego de ver eso.


A través del cabello despeinado, vio unos familiares ojos azules.


El chico de aspecto desaliñado era Kahil, el príncipe de Jadkar.


“¡Alto!”


Al grito de Enisha, las criadas se volvieron inmediatamente hacia Enisha dejando a Kahil.


“….”


Kahil, que estaba arrodillado en el suelo, miró en silencio a Enisha.


Los ojos eran similares a los de entonces.


Los ojos todavía oscuros y profundamente arremolinados se llenaron de Enisha con la misma tenacidad.


Enisha se acercó a él.


Luego, señalando con el dedo a Kahil, dijo a las sirvientas.


“Piel de lobo.”


“….!”


Los ojos de las criadas se agrandaron ante las claras palabras de Enisha.


Una criada frunció el ceño y le dijo a Kahil.


“Eras el Príncipe de Jadkar. Perdón por mi mala educación.”


“…No.” Kahil dijo en voz baja.


Seguía siendo un idioma imperial pobre.


Por lo que estaban haciendo, parecía que la educación avanzada en el imperio estaba ausente.


Las criadas no ocultaron su mirada despectiva.


Una criada hablaba en nombre de ellas.


“Pero ya que estás aquí, debo pedirle nuevamente que se retire.”


Ella estaba tratando de elevar el nivel de rudeza mediante su voz.


Pero, por desgracia para una criada así, Enisha quería hablar con Kahil, a quien había visto después de mucho tiempo.


Enisha soltó la canasta que tenía en la mano y se la entregó a Kahil.


Cuando tomó su canasta de almuerzo en el momento justo, volvió la cabeza hacia él.


“Sígueme.”


“¡Princesa……!”


Enisha dijo con firmeza a las asustadas criadas.


“La canasta es pesada.”


“Entonces la llevaremos.”


“No, quiero que la lleve él.”


Enisha tomó a Kahil.


Así se formó una procesión extraña.


La líder Enisha, seguida por Kahil con una expresión incómoda, y las criadas que no sabían que hacer.


La criada se acercó al lado de Enisha y le susurró.


“Princesa, si su Majestad se entera de esto, ¿Qué harás?”


Ella sabía por qué las doncellas estaban tan nerviosas.


Había un chico al lado de Enisha, así si Rodka y los príncipes lo supieran no se quedarían quietos.


Pero el bosque dorado estaba tranquilo. Sólo las criadas que salían a pasear juntas tenían que guardar silencio.


Y si quieren vivir, se unirán al silencio.


Enisha preguntó con una cara pura, fingiendo no saber nada.


“¿Por qué? ¿Qué pasa?”


“Es decir…….”


No había forma de que pudiera explicarle a la joven princesa todas las razones del peligro entre hombres y mujeres si están solos.


La criada, cuyo rostro estaba enrojecido, no pudo decir nada y cerró la boca.


Enisha volvió a revolotear por el camino, llegando finalmente al árbol dorado.


Era un árbol tan grande que incluso si algunos hombres adultos se reunieran y estiraran los brazos, no podrían abrazarlo por completo.


Las viejas criaturas contienen maná. Los árboles, que han sido el centro del boque dorado durante incontables años, también contenían abundante maná.


Así que a Enisha le gustaba este lugar.


Para Enisha, cuyo maná estaba sellado, era un lugar donde respirar se hacía más fácil y la sensación se refrescaba.


Las criadas pusieron la tela bajo el árbol de oro y acomodaron las cestas que trajeron y volvieron a su lugar.


Mientras estaban ocupadas moviéndose, Enisha se sentó bajo un árbol con Kahil.


Kahil no parecía saber cómo reaccionar o actuar ante la situación.


Enisha no dijo nada, mientras se sentaba en la manta.


‘De todos modos, aunque es la segunda vez que veo al príncipe Jadkar. No puedo evitar pensar en Beluan y Noksita.’


Pensando que quería cuidar de él, Enisha agarró la gran canasta que las criadas habían colocado a su lado.


Mientras soltó un pequeño suspiro cuando intentaba abrir el cierre de la canasta, un toque cuidadoso vino de un lado.


“Princesa, yo lo haré.”


Kahil tomó la canasta que estaba al lado de Enisha y la abrió fácilmente.


Y Enisha abrió los ojos de par en par.


El idioma imperial de Kahil no era el que había hablado hasta ahora.


Era una lengua imperial perfecta, con una pronunciación clara y un buen escalofrío.


Kahil puede hablar el idioma imperial con fluidez, pero ha fingido no poder hacerlo.


Los ojos de Enisha se entrecerraron.


Mira a este niño.





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