¡Su majestad, la voz de su corazón se está escapando! Capítulo 2.3 : El anuncio de la fiesta es un campo de batalla...
“¿Ella es qué, de Lacie? Ese pequeño e insignificante reino… ¿alguien conoce ese lugar?”
“En cualquier caso, ese reino rara vez se destaca. Estoy segura de que el estado de ese reino no es bueno.”
“En primer lugar, se suponía que ella era un regalo para el anterior emperador, ¿no? Entonces, ¿por qué Su Majestad Gaizel…?”
A medida que varias palabras volaban, su desprecio se hizo cada vez más audible para los oídos de Tistye. Pero Tistye no podía negar ninguna de ellas.
Todo lo que dijeron es verdad… yo era simplemente una prisionera… como tal, no debería haberme convertido en la Emperatriz…
Desde el día en que llegó allí en un palanquín, fue criticada…
‘¿Por qué dejar que una princesa que viene de un reino tan pequeño como Lacie se convierta en la emperatriz?’
La misma Tistye se preguntaba.
Su visión comenzó a distorsionarse.
El vestido ajustado y el calor del salón la incomodaban.
Sin embargo, aunque quisiera escapar, no podía moverse debido a la multitud.
No puedo derrumbarme así.
Fue mientras Tistye intentaba decididamente mantener su frente…
“¿Qué estás haciendo?”
La voz baja y fría de Gaizel congeló a todos.
Sólo Tistye sonrió, mirándolo como si su existencia fuera un rayo de luz.
“Su Majestad el Emperador, verá, sólo estoy teniendo una pequeña charla con Su Majestad…”
“¿Quién te dio permiso para hacer eso?”
“Huh, um…”
“- y el grupo de mujeres de allí –“
Sus ojos de color azul oscuro, se volvieron hacia el grupo de mujeres. Su mirada implacablemente aguda se volvió aún más, como si estuviera afilada.
Tistye nunca había recibido una mirada tan terrible.
“Ahora mismo, ¿qué has dicho?”
“…”
“¿No me has oído? Pregunté, ¿qué dijiste?”
Las mujeres se miraron entre sí, nadie se atrevió a responder.
Viéndolo, Gaizel buscó la larga espada en su cintura.
Una atmósfera tensa se extendió en un instante.
“Ya veo, así que tus oídos están mal, ¿eh? Lo que significa que ya no las necesitas.”
“¿Y, Su Majestad?”
“Los cortaré para ti, arrodíllate.”
Como era el emperador, nadie fue lo suficientemente valiente para detenerlo.
Las mujeres se disculparon repetidamente mientras se reunían en un lugar.
Pero la ira de Gaizel no disminuyó y se transmitió dolorosamente a Tistye.
[“¿Quién te dio el derecho de hablar mal de Tistye? ¡¡Ella fue empujada a un matrimonio que nunca pretendió, y tuvo que venir aquí sola!! ¡¿Quién se atreve a pensar que alguien desearía estar en tal posición?!”]
…Su Majestad…
[“Aún así, Tistye permaneció a mi lado. Aunque estaba sola. Debe ser muy difícil para ella, lo sé, pero aún así, ¡no puedo evitar ser feliz por ese hecho! …¡Maldita sea! ¡Qué exasperante! ¿Cómo pude no haberla protegido de esta gente?”]
Viendo a Gaizel apretar los dientes, Tistye se agarró firmemente a su brazo.
Gaizel se sorprendió, e inadvertidamente soltó la empuñadura de su espada.
“Su Majestad, no dijeron nada malo de mí.”
“¿Eh?”
“Todo el mundo hablaba de mi ciudad natal, Lacie, ¿verdad?”
Las mujeres asintieron con la cabeza.
Gaizel las miró fijamente durante un rato, sin convencerse, antes de que finalmente respirara brevemente y tomara la mano de Tistye.
“Esta vez, los perdonaré a todos, pero no habrá una próxima vez.”
Gaizel se fue con Tistye, dejando atrás a esa multitud.
Una atmósfera recuperada se podía sentir desde atrás.
Tistye cruzó el pasillo con Gaizel.
Cuando se abrió la puerta principal, dos personas caminaron por el largo pasillo.
Gaizel caminó hacia adelante con grandes zancadas y pronto escupió.
“¿Por qué los cubriste?”
“¿Qué quieres decir?”
“Lo que pasó antes. Deberías enfadarte.”
“Eso es…”
Tistye sonrió a Gaizel que estaba esperando su respuesta.
“Su Majestad ya se ha enfadado en mi lugar, así que está bien.”
Por supuesto, la situación anterior en sí misma era sombría.
Pero en el momento en que descubrió que Gaizel estaba realmente enfadado, por una fracción de segundo, la alegría fue todo lo que sintió.
Al principio, Gaizel pareció molestarse por la respuesta.
“…eres demasiado indulgente.”
“Incluso si es así, Su Majestad es amable conmigo, así que ya es suficiente.”
Al oír eso, Gaizel parecía haber olvidado lo que iba a decir a continuación.
Exhaló, como si se rindiera, se detuvo, y se dio vuelta para pararse frente a Tistye.
¿Qué pasó?
Mientras Tistye miraba hacia arriba, Gaizel de repente puso sus manos sobre sus hombros.
Cuando ella estaba a punto de resistirse, Gaizel se inclinó hacia adelante y su cara se acercó a ella.
¡¿Eh?! Su Majestad, ¿por qué tan repentinamente…?
Fue Tistye quien cerró rápidamente sus ojos, pero después de una larga espera, no hubo beso.
…?
Eventualmente, ella notó la sensación de que el cabello rozaba su cuello, y forzó sus aterrorizados párpados a abrirse.
Gaizel estaba inclinado con su frente en su cuello.
[“¡Yo, no puedo… cuando ella dijo eso, mis manos se movieron por sí solas! Aparte de eso, no puedo hacerlo, ¡no es algo que alguien haría en un pasillo! Pero cuando ella dice algo así, no puedo seguir siendo un hombre bien educado… o, mejor dicho, ¿cómo se supone que voy a aguantar eso?”]
“S-Su Majestad, si no volvemos pronto, ¿no se preocuparán todos?”
Tistye trató desesperadamente de persuadirlo antes de que su pensamiento fuera en una dirección vergonzosa.
Gaizel finalmente se levantó de mala gana, suspirando profundamente.
Sus cejas están surcando más profundamente que de costumbre…
“Después de terminar el resto de mi trabajo, volveré. Deberías volver a la residencia principal primero.”
“Sí. Has lo mejor que puedas.”
“…no necesito que me digas eso.”
[“No quiero ir… quiero volver a casa con ella en este mismo momento…”]
En la última y triste voz de su corazón, Tistye sonrió repentinamente.