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 La lluvia, que comenzó a caer temprano en la mañana, empapó las tierras de Cernoir durante todo el día.


Y en una tranquila tarde tan lluviosa, Brien fue la fuente del rumor que enloqueció al castillo.


Esta mañana, Brien se despertó y fue a visitar a Marie.


—Marie no quiere verlo, Sir.


Sin embargo, Sylvia, una joven sirvienta, habló con calma.


—… Dile que se trata de la señora.


Brien sacó un as bajo la manga.


Sylvia arrugó su frente, pero como sirvienta, no podía no mostrarle una cara seria al caballero comandante.


—Espera un minuto.


Sylvia entró en el salón y Brien se puso nervioso frente a ellos. Después de un rato, Marie llegó y lo miró.


— ¿Qué pasa?


—Marie, fue… fue anoche. Creo que el señor y su esposa tuvieron una gran pelea.


— ¿Los dos? ¿Por qué?


El rostro amargado de Marie se convirtió en uno de shock.


—No lo sé… pero… ¿Deberíamos ir a algún lugar tranquilo y hablar en voz baja, Marie?


Marie arrugó más su expresión y se perdió en sus pensamientos. ‘¿Qué pasó ayer?’


Su señora le dijo que tenía que ir al invernadero en medio de la noche, así que se vistió para salir pero no creyó que era por nada en especial.


— ¿Bien, Marie?


— ¡Muévete del camino!


Marie apartó a Brien y él se preguntaba si su relación definitivamente había llegado a su fin.


Marie luego corrió hacia Norman de inmediato.


Era una emergencia.


Brien se puso de pie tontamente y miró la espalda de Marie. Ahora realmente las cosas se volvieron difíciles. Gracias a eso, los sirvientes realizaron una reunión de contramedidas.


—La situación era grave.


Norman también testifica que anoche la atmósfera entre los dos era particularmente seca y fría.


— ¿Cómo podrán reconciliarse?


—Es más importante saber por qué pelearon.


—Concuerdo.


—El Señor debe haberle hecho algo malo a la señora.


—Eso es un hecho. Seguro es él quien cometió un error.


—Dios mío, es tan intenso algunas veces que seguro la molestó


— ¡Eso es!


Las opiniones eran muchas. De todos modos, no conocían la causa de la disputa, pero todos estuvieron de acuerdo en que deberían reconciliarse.


—El estanque detrás del castillo…. ¿Por qué no lo decoramos hermosamente y les damos tiempo para hablar? ¡Será hermoso por la noche!


— ¿Oh, bien? ¿O por qué no salen y disfrutan de una cita a solas?


Se propusieron varias soluciones. Sin embargo, Marie apretó el puño con la frente arrugada durante toda la reunión.


No era suficiente para hacer que su relación volviera.


‘Eso no es suficiente.’


La miraron.


—Ambos son algo infantiles en ese sentido, deberíamos de juntarlos forzadamente.


Marie dijo eso como si hubiera tomado una decisión.


La volvieron a mirar.


—Encerremos al señor y la señora juntos.


‘¿Qué?’


Los criados estaban desconcertados, pero Marie parecía tranquila.


Como estaba lloviendo, Marie fijó sus ojos fuera de la ventana oscura que golpeaba contra el agua de lluvia.


—Está lloviendo en un buen momento.


—?!


* * *


En el laboratorio.


Elody, que estaba trabajando en la separación de los cristales elementales, dejó de hacerlo por un tiempo y cayó en agonía.


No importaba cuánto lo pensara, la persona que hizo que los monstruos en el Bosque de la Muerte se volvieran locos…


Era muy probable que fuera el Conde Bologne.


No pensó que atacará ahora de todas formas. Pero se sentía  incómoda por alguna razón. Como si tuviera que haber algo más que sólo esto.


De todos modos, no funcionó como él quería, así que intentará volver a hacer algo.


Elody negó con la cabeza al recordar el rostro del conde Bologne cuando era niña.


Pensó que era como una basura en ese entonces, pero no podía creer lo de los delitos sexuales… Cuando más lo pensaba, más quería darle a Berenice un aplauso por lo que le hizo.


Caville desplegó más tropas en el Bosque de la Muerte y reforzó la seguridad en el castillo por la preocupada Elody.


Sin embargo, Elody seguía sintiéndose incómoda y ansiosa.


— ¡Señora!


Elody, que estaba perdida en sus pensamientos, giró la cabeza al oír que le llamaban. Marie sonreía y miraba a Elody con algunas intenciones escondidas.


—Señora, tenemos un problema en los campos de trigo.


—Ya veo.


—Debería ir allí a comprobar la situación.


— ¿Cuál es el problema?


— ¡Bueno, el trigo que había crecido bien se ha secado de repente!


— ¿Qué? ¿Repentinamente?


Ella se sobresaltó.


Elody se puso de pie de inmediato y comenzó a tomar medicamentos de una cosa u otra en un acto desesperado. Después de eso, Marie sonrió tranquilamente.


Elody fue al campo en un carruaje, estaba en silencio mientras veía a Caville delante de ella.


— ¿Y tú qué haces aquí, Caville?


—Por supuesto que te seguiré a donde quiera que vayas.


Caville subió al carruaje como si Marie lo hubiera arrastrado sin conocer la verdad del asunto.


—Mi señora estará mirando alrededor de una granja cercana. El señor debería ir para cuidarla.


—Iremos juntos pero… Algo extraño pasa contigo, Marie.


Los ojos de Marie eran tan feroces.


Sin embargo, como tenía tanta prisa, ni siquiera podía hablar correctamente y los subió al carruaje.


Entonces, en una tarde lluviosa, los dos estaban teniendo una cita no oficial.


Sin saber quiénes la planearon.


—Está lloviendo bastante fuerte.


Elody murmuró fuera de la ventanilla del carruaje. Caville también lo pensó y miró a Elody al otro lado del carruaje. Sus hermosos labios llamaron su atención. Incluso las orejas y el cuello que se revelaron debajo de su cabello atado.


La cara de Caville se volvió roja en un instante.


Desvío su mirada. Mientras tanto, Elody se preguntaba qué había pasado con el campo de trigo. Sin embargo, el campo de trigo estaba bien cuando llegó. No, en realidad estaba creciendo perfectamente.


La expresión de Elody, mientras miraba por la ventana el campo de trigo desde el carruaje, se quedó en blanco. Marie que los había acompañado sentada afuera del carruaje se acercó con un gran paraguas.


—Oh, creo que se han equivocado, Señora.


Marie los engañó descaradamente. De repente, hubo un traqueteo y Elody casi se caía. Caville se aferró a Elody, que se estremeció de sorpresa.


—Dense prisa y fíjense qué está pasando.


—Oh, Dios mío, Dios mío. ¿Qué debería de hacer? Algo debe estar atascado en la rueda del carro. Por favor, quédense adentro por un momento.


Cuando Elody se dispuso a salir ella misma, Marie presionó con fuerza la puerta y negó con la cabeza.


—Está lloviendo demasiado, señora. Quédense dentro.


—…….


‘¿Qué era esto? Información falsa…’


Elody suspiró.


Ella apoyó la espalda en la silla del carro. Caville, que estaba sentado frente a ella, la observó fijamente.


Luego sonrió como si lo hubiera entendido al fin.


—Los sirvientes han estado raros todo el día.


— ¿Qué quieres decir?


Cuando Elody preguntó eso, Caville respondió, tocándose la mandíbula con las largas yemas de sus dedos.


—Pensaron que tú y yo tuvimos una pelea. Creo que ayer estábamos de un humor extraño.


—……


—Vedos es el culpable aquí.


—Ohh…


Elody suspiró, apretando el puño.


—Sir Vedos….


—Pero gracias a él, finalmente estamos solos.


Culpar a Brien fue una acción  momentánea, lo importante para Caville aquí era otra cosa.


Elody miró por la ventanilla del carruaje.


—Creo que algo está atascado en la rueda.


El cochero estaba hablando con Marie a lo lejos.


—Jaja .


Con una carcajada que se podía escuchar claramente.


Los caballeros que salieron a escoltarlos estaban lejos, vigilando el área circundante.


—Parece que nos han encerrado aquí. — Caville se acercó al asiento de Elody tan pronto como Elody dejó de reír.


Sorprendida, Elody se volvió hacia Caville. Se acercó a su lado y Caville estaba mirando a Elody con vergüenza. Sus mejillas, cuello, orejas estaban rojas, así que era difícil de ignorar toda la situación. Elody tomó valor y extendió su mano primero hacia la de él mientras que  miraba quieta a Caville.


Las manos de Caville estaban caliente.


—….


Sólo entonces los ojos de Caville se voltearon hacia Elody.


—… Desearía poder estar a solas con mi esposa así todo el tiempo. Para siempre.


Elody hizo una pausa y respondió a la confesión de Caville:


—… Yo también.


Su respuesta  dibujó una sonrisa en la boca de Caville.


—Lo digo en serio.


Elody también quería estar a solas con Caville. Pero la situación en el ducado no es tan pacífica.


Había tantos enemigos a su alrededor que no podían bajar la guardia ni por un momento.


— Espero que se mantenga todo en paz así. —, dijo Caville, brevemente en silencio.


Ambos lo sabían. Que esta dulce paz no podía continuar por siempre. Pero si Caville quisiera, podría hacerlo.


Quemaría el templo, quemaría la capital.


Cortaría el cuello del príncipe de Urta, que todavía estaba vivo. Quería deshacerse de todo lo que molestaba a su esposa. Si quisiera, podría quitarle la corona al emperador actual, quitarle todo el reino.


Incluso era posible sacrificar a un dios delante de ella.


En primer lugar, el emperador, los creyentes, incluso el mismo Caville vivían todos por ella y a favor de ella. Todos los que debían de morir no lo hicieron gracias a que Elody no quería que eso pasara.


También fue por su deseo de no volver a dejar a su esposa.


Elody y Caville se tomaron de las manos durante mucho tiempo y escucharon el sonido de la lluvia fuera del carruaje.


—Esposa.


Después de una breve pausa, Caville la llamó primero. Elody lo miró curiosa. La pequeña sonrisa de Caville era como una imagen majestuosa.


Pero también se veía algo sensual.


—Lo de acompañarte en el viaje… Te lo confesaré pero no te enojes.


Caville tiró del brazo de Elody. Los rostros de los dos se acercaron.


Elody inspiró.


—……


—En realidad fue una excusa, sólo he querido estar contigo todo el tiempo.


—Sí.


* * *


De vuelta en el castillo, Elody se sentó en el escritorio de su laboratorio y le dijo a Marie la verdad.


La expresión de Marie se convirtió en una de sorpresa.


— ¿No pelearon?


—Así es.


—Pero Norman también…


—Fue Sir Vedos quien inició los rumores falsos.


La explicación de Elody enrojeció la expresión de Marie haciéndola sentir avergonzada.


Elody le hecho toda la culpa a Brien como venganza.


Elody volvió a hacer lo que estaba haciendo. Aunque norman también había estado presente en ese momento.


Después de eso, ella volvió al trabajo y siguió intentando separar el cristal elementar dado por Ifrit en unidades muy pequeñas para hacer un cristal mágico normal.


Esta fue una de las cosas más importantes porque todo era dinero.


En un futuro próximo, se planeó construir una máquina automatizada para realizar este trabajo. Sin embargo, si Ifrit se acercaba al escritorio, golpeaba la cola y la molestaba.


—Ifrit, aparta tu cola.


—… Sospechosa.


— ¿Qué quieres decir?


Elody miró a Ifrit. Los ojos de Ifrit se entrecerraron.


— ¿Por qué tienes los labios hinchados?


—¡…!


Elody se quedó sin habla. Fue el momento en el que intentaba excusarse diciendo que era por ser alérgica a comer la fruta equivocada.


¡Pum!


De repente, un tremendo rugido sonó fuera del invernadero. Elody, Marie e Ifrit. Todos miraron el lado rugiente con ojos asombrados.





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