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 Marie se asustó y abrazó a Elody por reflejo de forma automática, Elody quien todavía estaba abrazada a Marie miró a Ifrit.


—Ifrit… ¿es como la última vez…?


Elody preguntó si era igual que la última vez, Ifrit sacudió la cabeza en forma negativa.


—No, es similar a la energía espiritual de los magos del castillo.


‘Si tienen la misma energía que los magos del castillo, eso podría ser…’


Elody saltó al instante y salió corriendo fuera del invernadero detrás de ella la seguían Marie e Ifrit.


Cuando llegó a la fuente del sonido encontró un grupo de caballeros de aspecto tenso y robusto. Y en el medio del grupo caballeros se encontraba Caville con una expresión seria y fría en su rostro.


— ¿Cómo? ¿Tan rápido?


Elody se sorprendió por la velocidad de la reacción de los caballeros y Caville. Todos los caballeros estaban blandiendo sus espadas hacia un mismo objetivo, pero el culpable se encontraba atado e inmovilizado por el mismísimo maná de Caville quien le impedía mover un solo músculo.


-Jaja. Hola, cuánto tiempo sin verte.


La mujer saludó felizmente, a la que Elody pudo ver en el hueco que habían dejado los caballeros entre ellos.


—Oye, disculpa, pero ¿puedes hacer algo con tu marido?


Era Sarah, la antigua dueña de la torre que era conocida por un falso escándalo de drogas en la capital.


* * *


Ray, quien había llegado tarde, se disculpó con Elody y Caville de forma respetuosa notando que Caville miraba a la hechicera Sarah con una mueca de disgusto y esta se sentía cada vez más nerviosa por aquella mirada de disgusto


—Sólo quería ver si nuestros magos hicieron bien su trabajo.


La tonta excusa de Sarah causó una expresión de disgusto en Ray quien la miraba con incredulidad.


— ¿Cómo puedes hacer eso, Sarah?


— ¿Tiene algún sentido si no lo haces de forma inesperada?


Ray suspiró. Se encontraba tan cansado como Ifrit, quien estaba ocupado cuidando de los espíritus de los bebés.


—Me disculpo de todas formas, señorita Elody debió haberse sorprendido mucho.


—……


Claro que se había sorprendido demasiado, ella había especulado que Caville se había herido, razón por la cual, Elody no respondía a lo dicho por Ray encontrándose en su estado de conmoción por todo lo sucedido.


— ¿Su esposa se encuentra bien?


—Sí…


Caville respondió cortante y observó a Elody detenidamente, pero esta seguía en shock analizando lo que sucedía en su entorno. Ray y Sarah observaron la escena e intercambiaron miradas diciéndose con ella que debían ignorar el asunto.


—Oh, por cierto, ¿Vinisteis hasta aquí por lo que pasó? ¿Encontraron algo?


Elody le preguntó a Ray saliendo de su conmoción sintiéndose un poco enferma por todo.


—Sabes déjalo así, creo que no necesito escuchar más, ya tengo demasiadas preocupaciones.


Debido a su respuesta ambigua, Elody se adelantó diciendo:


 —Tenemos que apresurarnos para llegar al castillo


Sarah se acercó a la espalda de Ray y murmuró.


—Ray, ¿la seguridad mágica está presente en este lugar? Hay un monstruo, no sabes lo que puede hacer ¿verdad? Casi muero…


—Cállate, Sarah…


Sarah refunfuñó con indiferencia. Mirando a Caville que estaba caminando con Elody.


—Ray, ¿sabes qué es lo que realmente es aterrador? Es que él pudo haberme matado, pero no lo hizo, no me pude ni mover un centímetro lo único que respondía era mi boca.


—…….


La cara de Ray, que le decía que se detuviera, su expresión había cambiado y se había vuelto seria.


Sarah casi se había recuperado con la cura de Elody. Era una hechicera de gran potencial para convertirse en maestra de la torre. Pero por supuesto, no recuperó todas sus habilidades, pero aún así era más fuerte que un mago de alto rango. No podía creer que Sarah hubiera sido dominada como si nada.


Ray miró fijamente la parte de atrás de Caville.


— ¿Sabes lo peor? Que ese monstruo finja ser débil delante de tu hermana. ¿No da miedo?


—Basta, Sarah.


Pero Sarah siguió susurrando al oído de Ray hasta que llegó al castillo y entró en el salón.


* * *


— ¿Cómo está tu salud?


Después de que la criada trajera un poco de té, Elody había preguntado por la salud de Sarah y esta que se encontraba aun al lado de Caville se encogió los hombros.


—Me siento mucho mejor gracias a usted señora Elody. Hemos recuperado la mayor parte de nuestro maná, y ¿cómo están nuestros magos aquí? No los llevaron al campo de trabajo, ¿verdad?


—……


—Es una broma, ¿por qué nadie se está riendo?


Sarah bajó la cabeza torpemente y sorbió su té.


Elody sonrió nerviosamente y le preguntó a Ray.


—Pero ¿qué pasó con lo que dijiste antes?, ¿Qué quieres decir con que estoy preocupada…? Dime exactamente qué es lo que me preocupa, así lo sé con un poco más de claridad


—Oh, eso.


Ray dudó por un momento, pero suspiro y comenzó a hablar


—La magia de manipulación de los recuerdos, es una magia prohibida ¿no es así?


—….


—Pero hubo herejes que realizaron la magia prohibida, hace mucho tiempo.


La ceja de Elody se alzó con curiosidad.


‘¿Herejes?’


—Pero por desgracia no sabemos mucho sobre la magia prohibida.


—Lo importante es lo que el templo tal vez lo sepa.


Como si estuviera recibiendo una pista, un sentimiento ambiguo envolvió a Elody la cual exhaló y aclaró su mente pensando en templo que, designado y monopolizado la mayoría de sus libros antiguos como libros prohibidos, tal vez podría reunir más información de la magia prohibida.


—Elody, ha sido manipulada antes por ellos, ¿tienes idea del por qué?


—…


‘Tal vez por el poder de los espíritus… o el mapa del reino, o lo que buscaban era el poder de los espíritus, Intentan quitárselo antes de que se vean amenazados por su poder.’


— ¿Qué tal si planeamos una trampa primero?


— ¿Una trampa?


—Sí, usando los espíritus y a ti como cebo…


—No.


Caville, que había estado callado todo el tiempo, se metió en la conversación. Caville miró a Ray con ojos hostiles y amenazantes.


—Yo no… No estoy tratando de poner a Elody en peligro…


—Ni siquiera lo pienses, esposa.


—………?


Por supuesto que era una forma de pensarlo, pero era imposible. No quería infundir miedo y temor en Caville.


—Eso es demasiado, hermano. Sólo estoy esperando que vengan. Tengo mucha gente que proteger.


—……


—Por la gente de nuestro territorio, no puedo simplemente irme como si nada.


Con las palabras de Elody, Ray dijo:


—Lo entiendo.


Y asintió pensando que encontraría una manera, Elody hizo una pregunta más, sintiéndose enferma.


— ¿Conoces algún artefacto antiguo que manipule la voluntad de una persona?


— ¿Te refieres a la espada de la creación?


Los ojos de Elody se agrandaron por la respuesta tan rápida. Ray comenzó a explicar cómo lo sabía.


—No es un artefacto antiguo, es un artefacto hecho por un mago hace mucho tiempo. Como hemos hablando de cómo hacer magia prohibida, exactamente de esa magia fue creada.


— ¿Y qué más?


—Pero no funcionaba como se esperaba, así que deambula por una tienda de antigüedades. Y un noble se lo ofreció a la familia real, eso me dijo el señor de la torre antigua hace ya un tiempo.


— ¿Estás diciendo que es un secreto a voces?


—Supongo que sí, un objeto que posee la familia imperial no es algo que simplemente se pueda saber, tal vez con un poco más de tiempo lo pueda confirmar.


Elody rio falsamente cuando termino de escuchar.


‘El Emperador Albright, fue él. Usó un artefacto para hacer que los monstruos del bosque de la muerte corrieron salvajemente.’


* * *


Mientras tanto, decepcionado por no haber visto los efectos del artefacto como se esperaba, el Conde Bologne escribió de nuevo al emperador. Sin embargo, el Emperador dió una fría respuesta.


[¿Qué debería hacer si le ayudara tanto?]


Ya no le importaba la guerra civil.


‘Vaya… …es como instigar en una guerra civil’– Pensó el Conde Bologne.


Estaba claro que lo estaba animando a visitar las tropas de Cernoir. El Conde Bologne apretó el puño y volvió a mirar la carta. No podía dejar las cosas así, no sin una venganza apropiada.


— ¿Se encuentra bien, Conde?


El mayordomo, que estaba observando al Conde, habló cuidadosamente.


— ¿Por qué no aprovecha esta situación para plantar algún espía en Cernoir?


— ¿Eh? Es una buena idea pero ¿Qué debo hacer con el fracaso del Emperador?


— ¿Por qué no lo usa de la misma manera que aceptaron el de Biodan?


— ¿Qué?


El mayordomo susurró la historia cuidadosamente. La cara del Conde Bologne, que había estado escuchando en silencio, se volvió extraña. Fue una forma muy útil de tener éxito. No importa si fracasaban.


— ¡Trae a Arianne de inmediato!


* * *


Larissa se encontraba vistiendo una bata blanca y entró en la sala de oración con Carolina. Larissa recientemente visitaba el templo casi todos los días para limpiar su mente perturbada.


Después de escuchar el informe, el emperador Albright se disgustó, pero de todas formas hacía mucho tiempo que había dejado de prestarle atención a Larissa. ¿Qué importa si la princesa del país en ruinas entra y sale del templo? De todas formas es inútil.


—Princesa, por aquí.


Carolina llevó a Larissa al asiento interior. Tan pronto como se sentó, Larissa que tenía la tez pálida juntó sus manos y empezó a rezar. Fue la propia Carolina quien le dijo a Larissa que visitara el templo. Sin embargo, cada vez que veía a Larissa, se daba cuenta que se estaba volviendo más religiosa, estaba confundida.


Si seguía rezando así, nunca sería capaz de levantarse para el emperador. Por supuesto, no podía acercarse al Duque de Cernoir. Carolina miraba a Larissa, que rezaba con frustración.


Larissa rezó con entusiasmo. Ahora tenía una mente tan nublada que no podía distinguir la diferencia entre su novela y la realidad. Era el trauma de la guerra. La muerte de los seres queridos, el paisaje pacífico de su ciudad natal, y la tristeza de perderlo todo.


El castillo de Cernoir, qué se parece al castillo de Dayev, hay un lugar que se parece al invernadero que su madre solía decorar, y la flor de Aperia que su madre amaba. A diferencia de la ciudad de Dayev, donde la invasión de Urta sólo dejó manchas de sangre, el castillo de Cernoir era apreciado por su belleza.


Era injusto. ¿Es por la novela? Ahora todo se sentía confuso en su cabeza.


Se lo han quitado. Todo se lo arrebató, la persona que controla a la gente con magia viciosa.


Larissa rezó con lágrimas. ‘Si existe Dios, por favor escucha mi oración.’ El hombre vicioso no merecía estar ahí. Hermoso invernadero, flores de Aperia, gente amigable, el amor que recibe. Todo. Era suyo. Tenía que recuperarlo.


Destruiría todos los lugares hermosos. Como los salvajes de Urta. ‘Dios, por favor, salva la hermosa tierra del hombre malvado. Déjame recuperarlo.’





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