—Vamos a comer, esposa.
—Sí.
Caville extendió su mano afectuosamente, y Elody lo miró y extendió la suya hacia la de él.
Era tan dulce y amable. Elody y Caville se dirigieron al comedor.
Y durante la comida, Elody miró a Caville.
Parecía tan elegante que en un mañana podría ser el rey de una nación o el emperador de un imperio. De repente, imaginó cómo habría sido conocerlo por primera vez como adulto sin conocerlo de niño. Podría haberse enamorado a primera vista de su gran apariencia.
—Esposa.
— ¿Huh?
Los pensamientos secretos de Elody la habían atrapado en su propia burbuja sin prestarle atención al resto. Dejó su cuchillo con sorpresa, como si la hubieran atrapado con las manos en alto.
— ¿Tengo algo extraño en mi cara?
— ¿Eh? Oh no.
Elody sonrió con torpeza y bebió algo de agua. Caville le sonrió inocentemente a Elody.
—Oh, esposa. He decidido hacer una estatua de mi esposa en el centro.
—Cooff…
Elody estaba tan sorprendida que se derramó agua de su boca. El tono de Caville era tan sereno que parecía un hombre normal como para sorprenderse de lo que decía.
—Tal cosa…
Caville se acercó a Elody, le quitó un pañuelo de los brazos y le limpió la boca.
Fue un toque cariñoso.
—Pareces un bebé, esposa. Prefiero darte de comer yo mismo.
—Oh, no.
—No sea así, esposa.
No pudo creer que la trataran como a un bebé sólo por atragantarse con agua. Caville se acercó a Elody y llamó a un sirviente para pedir un plato nuevo.
—Por cierto, ¿Una estatua? ¿Te escuché correctamente?
Cuando Elody le preguntó con sus ojos preocupados, Caville habló con confianza con una mirada orgullosa en su rostro.
—Hay un hombre llamado Peter que es un hombre de Lewis, esposa.
Peter era un hombre que conocía bien su rostro. Era muy diligente y trabajador.
—Se le ocurrió la idea de que sería buena idea de construir una estatua de ti, esposa, sosteniendo una canasta de fresas en la calle principal.
‘¿Qué pasó con ese hombre trabajador que conocía? ¿Quizás tuvo un accidente y se lastimó la cabeza?’
—……..
—Es una muy buena idea, así que le dije que procediera de inmediato. También le hemos dado un gran premio.
—Caville…
Elody suspiró profundamente. Caville la miró. Los ojos inocentes de un niño brillaron, esperando a ser elogiado. Elody creyó que todo era muy rápidos.
—Pero eso es un poco…
—Los magos están emocionados de prepararse para ello
Parecía que no había forma de detenerlos.
Una estatua de ella misma sosteniendo unas fresas… Ha empezado a tener un dolor de cabeza con sólo imaginarla.
Marie, Olivia y Ifrit…
Estaba claro que nadie sabía mucho sobre Caville.
Caville era una persona tan amable, gentil, pura, tierna e infantil. Elody estaba convencida de que ella era la que más sabía sobre Caville en el mundo.
Y nunca esperó que algo caótico pasara pronto.
* * *
A la mañana siguiente.
Empezó un día con un clima soleado para escuchar el canto de los pájaros. Elody estaba cantando una canción tarareándola en el laboratorio y separando cristales. Ifrit dormía con el estómago expuesto y produciendo pequeños ronquidos.
— ¡Señora, señora!
En ese momento, Anna llegó al laboratorio buscando a Elody.
— ¿Eh?
—El señor me pide que la lleve con él. Tiene algo que discutir con usted.
Ante la voz urgente de Anna, Elody ladeó la cabeza.
— ¿De verdad?
Si tenía que discutir…
— ¿Qué tiene que discutir conmigo?
Caville estaba haciendo el trabajo de Lord del ducado y había ocasiones que se manejaba de manera torpe. Pero eran escasas. No podía creer que volvió después de todos esos años en el campo de batalla y que tuviera tan buenas habilidades de manejo ducal.
Nunca necesitó de su ayuda. Eso hizo que Elody se apresurara a ir hacia donde estaba él.
—Vamos.
Elody se levantó de su asiento y se dirigió al castillo con Marie.
—Ifrit, vayamos al castillo. Me están buscando.
No se había olvidado de él.
—Noo
—Ya, vamos. Despierta.
Le dijo a Ifrit, quien se despertó, gimió y siguió a Elody refunfuñando. Ya pronto sería hora de comer, así que le pediría también que comieran juntos.
* * *
Al llegar al castillo, Elody entró en la oficina de Caville con alegría. Sin embargo, el ambiente en la oficina era bastante tenso.
Era como pesado.
¿Qué pasó? Con una mirada seria en su rostro, Caville sonrió brillantemente cuando vio a Elody.
—….
Lewis murmuró algo ante el cambio de Caville.
—Esposa.
— ¿Sí, cómo te encuentras?
Elody también saludó a Lewis, quien asentía con la cabeza junto a Caville, con un leve guiño.
—Le di un gran premio al hombre que hizo la estatua de ti, y todos prepararon muchas cosas.
‘Lo hizo, en serio lo hizo.’
— ¿Qué…?
Ella se sintió nerviosa. Elody sintió que de repente se le adormecía la espalda.
—Aquí tiene, señora.
Lewis empezó a explicarle las cosas a Elody. Elody los miró con los ojos entrecerrados.
—Necesito tu opinión. Me gustaría hacer todo, pero Lewis es persistente. Me pidió que sacara algunas cosas.
Lewis suspiró, mirándolo a la cara. Elody observó las cosas con una expresión estúpida en su rostro. Caville también comenzó a decirle uno por uno los detalles que planeaba, orgulloso.
—Esta es una postal conmemorativa con un retrato de mi esposa.
—Sirka lo envió a través de uno de sus hombres.
—Sirka…
Elody suspiró profundamente. Pero este no fue el final.
—Es un pañuelo bordado con tu cara y fresas.
— ¿Quién usaría estos pañuelos?
—Va a ser el trabajo de Marie distribuirlo.
¿Eso era siquiera un trabajo? Mientras Elody estaba estupefacta, Caville continuó su explicación con gran seriedad.
— Y no me gusta tanto esto… Pero tendremos un poema que alabar a mi esposa.
—Ugh…
—Creo que sería bueno contratar a un *juglar para convertirla en una canción y difundirla. ¿Qué dice, esposa? Para que se extienda a la capital.
* Persona que en la Edad Media iba de pueblo en pueblo divirtiendo a la gente con sus canciones, bailes o juegos a cambio de dinero o dádivas.
Elody miró el papel que le entregó Caville.
—…..
La expresión de Elody comenzó a oscurecerse. ¿Naciste de un huevo? ¿Un rayo sale de tus manos? Qué es esto…… Era todo muy exagerado.
Era…
No, en serio, era una novela de fantasía. Pero…
— ¿Esto es de Heinz?
—Por eso no me gusta. Pero la letra es bastante buena.
Caville apeló a ella con un tono de desesperación porque estaba preocupado.
Elody se quedó estupefacta. No podía creer que se haya estado preocupando por esto cuando tenía mucho trabajo por hacer.
—Y esta es una moneda conmemorativa con tu cara.
—Caville…
—Esta es una placa con tu nombre. ¿Qué piensas de distribuirla a los Caballeros, esposa?
—Abre los ojos, Caville…
Elody suspiró profundamente.
— ¿Qué diablos es todo esto?… ¡No, Caville!
Ante la reacción negativa de Elody, Caville pareció sorprenderse inesperadamente.
— ¿Por qué?
— ¡Ha, esto es vergonzoso!
A pesar de la respuesta de Elody, a Caville no le importó mucho. Más bien, la esposa murmuró en voz baja, diciendo:
—Soy tímida.
—Lo decidiré yo mismo. Será mejor que sigamos adelante con todo.
Al final, Elody no hizo mucho para ayudar a Caville con sus problemas. Ella suspiró profundamente mientras miraba a Lewis, quien también estaba profundamente preocupado.
Todos se estaban comportando raro…
* * *
Esa tarde.
Fue una tarde tranquila, era un día tranquilo en realidad excepto por la mañana. Elody estaba preparando medicamentos para la niña que Berenice trajo al laboratorio.
— ¡Señora, señora! —Con un jadeo, la llamaron.
Fue Marie quien entró en la habitación.
—Marie, ¿qué está pasando?
La apariencia inusual de Marie, hizo que el corazón de Elody se hundirá con ansiedad. Efectivamente, las noticias que traía Marie no podían ser buenas.
—Señora, en el Bosque de la Muerte… monstruos, monstruos…
— ¿Qué dijiste?
—Oh, mi señor, tiene prisa…
La cara de Elody palideció. Dejó todo sobre el escritorio y despertó a Ifrit.
— ¿Bien? ¿Por qué?
—….
—Los monstruos se están volviendo locos. Caville se va de inmediato, Ifrit, ve con él.
— ¿Qué?
Ifrit no parecía preocupado.
— ¿Qué pasa si hay a un monstruo? Él se encargará solo de él.
Ifrit dio vueltas y vueltas sobre donde estaba, molesto. Elody alzó a Ifrit en un abrazo para que fuese.
— ¿Q-qué? ¡Suéltame! Voy a dormir.
— ¡Vamos!
Ifrit se rebeló contra sus amos pero Elody abrazó a su pequeño cachorro y salió del invernadero. El lugar al que se dirigía era el castillo. Cuando llegaron al castillo, todos parecían avergonzados por la repentina noticia. Elody calmó a los sirvientes varados e identificó a las tropas restantes en el castillo.
— ¿Y el señor? ¿Cuándo se fue?
Norman respondió a la pregunta de Elody:
—Tan pronto como el señor se enteró de la noticia, dio órdenes de mantener a salvo a su esposa y partió hacia el Bosque de la Muerte a través del portal.
—…..
Elody se mordió los labios nerviosamente.
Con un portal intermedio configurado, Caville habría llegado de inmediato. El señor dejó el castillo, por lo que tenía que encargarse de todos por ahora.
Pero…
‘Estoy nerviosa…’
No pensó que estar lejos de él la pondría tan nerviosa. Elody se sentó en la oficina. Rezó con las manos juntas con ansiedad. Pero su mente no estaba tranquila. No podía quedarse quieta. ¿No era normal las peleas y que se involucrara en luchas para proteger el territorio? Pero de todas formas…. Aún le preocupaba. Tomando una decisión rápidamente, Elody tomó a Ifrit y se dirigió al invernadero donde estaban los espíritus bebés.
— ¿Estás seguro de que están aquí, verdad? Se van a molestar. ¡Yo también me voy a meter en problemas!
Ifrit la persuadió, pero Elody negó con la cabeza. Sólo ver a Caville podría calmarla.