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 Los ojos de Elody temblaban violentamente.


— ¿Qué…. qué pasa?  Caville…


—Deberías haberlo hecho mejor si querías engañarme. —Dijo Caville posando sus ojos en los oídos de Elody.


A pesar de la voz triste y las suplicas de Elody, Caville la agarró por el cuello y la arrastró fuera de su oficina.


— ¡Oh, Dios!


— ¡Ahhh!


— ¡Señor!


Las criadas y Norman que estaban en el pasillo, los miraron con sorpresa.


— ¿Qué quieres decir con que el Señor la está arrastrando?


Pero entonces….


— ¿Qué está pasando?


La otra Elody salió de la oficina continua, para verificar el origen del escándalo y  complicando más la situación.


— ¡Ahhh!


Las criadas gritaron consternadas al ver a las dos Elodys, la que había sido atrapada por el Señor y la que había salido de la oficina.


—…… qué es esto……


La más sorprendida fue, por supuesto, Elody.


— ¡Ahhh! ¡Es un fantasma!


Ifrit, que siguió a Elody fuera de su oficina, al ver esta situación también gritó.


Fue un desastre total.


***


— ¡Yo, yo soy real!


Elody, que fue tomada por  el cuello por Caville, gritó todo el tiempo mientras la llevaron a prisión. Los sirvientes y guardias siguieron el camino hacia el calabozo. Caville empujó a la falsa Elody a la celda más recóndita.


— ¡Caville, Caville… por favor!


Cuando la vio llorando y suplicando, la expresión de Caville nunca se alteró.


Las criadas susurraban mirando eso desde atrás.


— ¿Sabes quién es real?


— ¿Cómo puede el Señor estar tan seguro?


— ¿No lo sabe…es  porque son una pareja? Es normal reconocerse.


Norman les guiñó un ojo a las criadas que estaban susurrando, y estas rápidamente cerraron la boca.


— Norman.


Cuando Caville llamó al mayordomo por su nombre, este inmediatamente sacó a las criadas del calabozo.


Elody miró fijamente a la mujer que estaba en la celda y se veía exactamente como ella. Lo que era tan triste e injusto, la mujer sollozó todo el tiempo.


— Esposa.


Caville se acercó a Elody, y con cariño abrazó sus hombros.


— ¿Quién diablos es?


— ¿Quién podría ser…? —Murmuró Elody incómodamente.


—Lo sabremos pronto.


‘Podríamos saberlo rápido si torturáramos a esta mujer.’ Sin embargo, no era posible torturar a alguien que se viera igual que su esposa. Sólo había que esperar hasta que regresara a su forma original.


Elody miró dentro de la celda con ojos confusos y giró la cabeza. Preguntando a  Caville.


— Pero, Caville, ¿cómo puede estar seguro de que soy real?


—…… Esa persona entró por la puerta de la oficina.


En un lado de la pared de las oficinas de Caville y Elody había puertas hechas con maná, que realmente era la puerta del dormitorio de los dos. Ubicando el dormitorio entre las dos oficinas, la mayoría del tiempo los dos usaban esta puerta si tenían algo que decirse. Es mucho más rápido que ir por el pasillo de afuera.


— ¿Esa es la única forma en que te diste cuenta? —Murmuro Elody con una mirada de sospecha


Sin responder, Caville llevó el cabello de Elody detrás de la oreja y jugueteó con el lóbulo de la oreja derecha, donde había una pequeña pieza de joyería, era el artefacto de comunicación que compartía con Caville.


—Supongo que el farsante no ha visto esto.


Cuando Elody escuchó eso, miró a la mujer en la celda. Acurrucada, no pudo ver claramente si llevaba pendientes.


‘¿Es magia lo que cambia su apariencia? Pero no pudo sentir el maná…’


— ¿Es eso todo?


A la pregunta de Elody, Caville asintió.


— No hay forma de que no pueda reconocer a mi esposa.


¿Fue por instinto? Caville, sintió que el ambiente era un poco diferente desde el momento en que la falsa Elody entró en su oficina.


Elody miró dentro de la celda por otro largo tiempo. Hasta que Caville dijo que debía subir.


Era tarde en la noche, por lo que Elody se vio obligada a salir, al pasar cerca de la celda entre un murmullo escucho.


—…malvada.


Si no hubiera escuchado esa voz, no se hubiera volteado a ver. Elody frunció el ceño y miro hacia la celda.


La mujer, que estaba acurrucada, miró fijamente a Elody con una mirada de maldad, injusticia, pena, resentimiento. Se sintió extraño cuando la mujer que se veía exactamente como ella misma la miró con tales sentimientos.


—Eres un demonio, yo que…


Sin embargo, las palabras de la mujer no continuaron. Una sombra negra que provenía de la espada de Elody le cerró la boca era Caville, se vio obligado a darse la vuelta. Elody sentía su corazón pesado.


‘¿Quién demonios es ella?’


Todo era confuso y complicado.


* * *


Después de que Caville se cercioro que Elody se había dirigido a la habitación, ordenó a los  caballeros que trajeran una silla. Y se sentó justo en frente de la celda.


La mujer miró a Caville con ojos ansiosos.


—No sé quién eres, pero será mejor que vuelvas a tu apariencia original. No me gusta cómo te ves ahora.


Las palabras de Caville sacudieron las pupilas de la mujer.


— ¿Es terrible……?


—Sí.


Significaba que era desagradable atreverse a parecerse a su esposa, pero el oponente parecía entenderlo de otra manera.


—Has estado aguantando… a esta terrible mujer.


—……


Caville sin saber qué responder, frunció el ceño.


—Lo sabía. Has estado actuando, ¿verdad? Es un alivio, es un alivio… yo, yo te salvaré.


La mujer, que se había arrastrado hasta la puerta de la celda, se agarró de los barrotes de hierro y lo miró con ojos tristes.


La mujer le murmuró a Caville, que tenía aún el ceño fruncido.


—Soy yo…


—Tú, ¿quién eres?


La voz de Caville era fría. La mujer se sorprendió al ver que no la reconoció. En ese momento, se sobresaltó, y pronto los ojos de la mujer cambiaron por completo. Mirando a Caville con odio.


—……… estás siendo manipulado, ¿verdad?


—…..debo estarme volviendo loco.


En respuesta a las palabras que no comprendía de la mujer, Caville sacudió la cabeza.


Larissa estaba constantemente derramando lágrimas por lo que consideraba era una injusticia. Por un momento, pensó erróneamente que él lo entendió todo mal ya que estaba siendo manipulado.


‘Esta apariencia era terrible…’


Pero cuando volvió a mirar a los ojos de Caville, sintió su odio y resentimiento, el cual no iba dirigido a la apariencia de la Duquesa.


—Tu….. Estás equivocado.


Larissa entre sollozos miró a Caville. Sintiendo que ya no está calificada para defender ese lugar. Y se lamentaba que no pudo salvarlo después de todo. Larissa se agachó en un rincón.


Recordó la época en que fue encerrada en un calabozo en el castillo de Dayev por Urta.


‘Estoy atrapada en este hermoso castillo como lo estaba entonces…’


‘Pero no puedes dejar que destruyan este lugar como en ese entonces…’


Seguía recordando cómo ardió ferozmente, humo impresionante, gente sangrando, y los cuerpos de sus padres muertos a manos de soldados de Urta. Todo había sido pisoteado.


Larissa lloró mientras abrazaba sus rodillas. El recuerdo de ese tiempo la llevó a la desesperación otra vez.


‘Pero esta vez es diferente…’


Larissa pronto se limpió sus lágrimas. Tenía que tener una mente fuerte.


En algún momento, podría abrir la puerta y salir corriendo de allí. Seguramente, habrá esperanza.


* * *


Después de volver a la habitación, Elody dio vueltas sin conciliar el sueño hasta el amanecer, y finalmente el sol salió.


—Señora… Eres realmente nuestra duquesa, ¿verdad?


Preguntó Marie con voz ansiosa, que vino a ayudar a Elody.


Elody chasqueo la lengua.


— ¿Qué pasa, Marie?


Marie frunció los labios a la respuesta de Elody.


—Desde ayer, las criadas han estado preguntando si eres tú, cada vez que te ven a la cara.


‘Bueno, valió la pena.’ Debe haber sido lo mismo para las criadas que se sorprendieron.


— ¿Ese cachorro es realmente Ifrit? —Marie le preguntó mirando fijamente a Ifrit, que estaba durmiendo a los pies de la cama.


‘¿Cuándo llegó Ifrit aquí? Le dije que se quedara con Caville… así que estuvo solo toda la noche…’


Elody apretó su puño con ansiedad. Sintiendo incomodidad.


Tal vez esa mujer le había gritado maldiciendo a Caville como lo hizo con ella. Estaba asustada que pueda herir el noble corazón de Caville


Elody se cambió rápidamente de ropa y se dirigió al calabozo subterráneo con Marie.


Caville pasó toda la noche sentado en una silla frente a la celda con una expresión oscura.


—…Caville.


Elody se acercó lentamente a Caville que parecía un poco preocupado.


Su esposa se iba a sorprender.


Larissa, que se mantuvo con la apariencia de Elody toda la noche, finalmente se desmayó hace una hora o dos.


Y la magia antigua se liberó de una vez y mostró la apariencia de su portador. Viendo a Larissa agarrando el collar todo el tiempo, Caville supuso que podría ser un artefacto antiguo.


— ……


La expresión de Elody, al mirar a la mujer en la celda, estaba llena de asombro.


—Es la princesa Larissa.


— ……


Elody se sintió enferma. ‘¿Por qué?’


Si, después de que Larissa se fuera de Cernoir, no sintió culpa  por ella al saber que la novela era falsa. Hasta se olvidó completamente de ella. Entonces, ¿por qué…?


Caville agarró las temblorosas manos de Elody.


* * *


Larissa se despertó mucho tiempo después y vio a Elody y Caville fuera de las puertas de la celda y se rió.


— ¿Cuál es tu propósito?


—…..


— ¿Por qué demonios? ¿Y cómo cambiaste tu apariencia? Ni siquiera usaste maná.


—Crees que porque no tengo magia, no soy nadie para ti.


Larissa, respondió en un tono fuerte a la pregunta de Elody después de haberla escuchado en silencio.


‘¿De qué demonios estaba hablando?’ Elody masajeó suavemente su frente debido al dolor de cabeza que sintió.


—Creo que usaron artefactos antiguos. — susurró en voz baja a Caville. Sólo entonces Elody centró su mirada en el collar que Larissa sostenía entre sus manos.


—….


Cuando Larissa sintió la mirada de Elody en el collar se acurruco y trató de ocultarlo por miedo a que se lo quitaran. Se veía tan miserable que Elody se sintió como la villana de una novela. Era la primera vez que se sentía así desde que intentó dejar a Caville. Pero por suerte la novela era falsa, así que no debía sentirse así.


— ¿Es el collar un artefacto antiguo? ¿Quién te lo dio?


A la pregunta de Elody, Larissa cerró la boca.


Caville estaba enojado. Quería torturarla para que abriera la boca y terminar con todo rápido ya que había vuelto a su forma original no sentía ningún remordimiento al pensarlo, pero entonces llegó su esposa.


— ¿Has unido fuerzas con el Conde Bologne? ¿Ese collar te lo dio el Conde Bologne?


—……


— ¿O el templo?


—……


Larissa se estremeció.


‘Pero no puedo revelar quién me lo dio… Fue el único que creyó en mis palabras, incluso el Emperador me ignoró. Más bien…Sí, preferiría…’


— ¿Entonces fue el Emperador?


A la siguiente pregunta de Elody, Larissa asintió con la cabeza.





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