Me quedé mirando fijamente a Carsein, cuyo uniforme brillaba con fuerza. Quedé complacida con sus asombrosos logros, y sentí mucha envidia. De alguna manera, me sentí sometida por tales pensamientos contradictorios.
‘¿Podré estar allí algún día? ¿Habrá un día en que pueda estar ahí para hacer un juramento y salir de la red que me ata?’
Acompañado por el jefe de la Guardia Real y el capitán de la 1ª División de Caballeros, el emperador se fue, seguido por los caballeros que asistieron a la ceremonia. Yo me quedé allí. Me sentía un poco deprimida de alguna manera.
¿Cuánto tiempo estuve allí? Recobré la cordura cuando alguien me acarició el hombro. Un joven pelirrojo se acercó rápidamente y me miró.
“¿Por qué estas parada ahí?”
“…Carsein.”
Como uno de los protagonistas de hoy, tenía que estar muy ocupado, pero Carsein estaba solo por alguna razón. Dijo con una sonrisa: “Oye, te ves horrorizada. ¿Te has dejado llevar por mi precioso uniforme?”
“…”
“Dime. ¿Te gusto? Cuando me mire, pensé que era impresionante. ¿No estás de acuerdo?”
“… Bueno, hoy fuiste duramente derrotado por mi padre. ¿Todavía quieres presumir?”
“¡Oye, no deberías compararme con él! Por cierto, tu padre es realmente genial. Para serte sincero, pensé que me iba a matar!” dijo Carsein, charlando conmigo.
Estaba muy contento, a pesar de que tuvo un momento difícil porque mi padre luchó contra él para certificar sus habilidades.
“Aun así fue una buena experiencia para mí. Sabes que es muy raro tener la oportunidad de comparar y aprender las habilidades de esgrima de tu padre. Por cierto, ¿te sientes mejor ahora?”
“Si.”
“Espera. Te voy a hacer un caballero oficial muy pronto. No te quejes aunque el entrenamiento sea difícil para ti.”
“Gracias, Carsein.”
“Bien. No te quejes despues. ¿Vendrás mañana? Ha pasado mucho tiempo desde que te envié la invitación, pero no he recibido ninguna respuesta tuya”
“Oh, es porque…”
Hace unos días recibí una invitación contenida en una carta sellada. Era la invitación enviada por la familia del Duque Lars pidiéndome que asistiera a una fiesta para celebrar el nombramiento de Carsein como caballero y una carta en la que me pedía que fuera su pareja.
Por supuesto, podría felicitarlo, pero asistir a la fiesta como su compañera era otro asunto. Cuando dudé despues de recibir la invitación, mi padre me aconsejó que era mejor no asistir a una fiesta que generaría rumores sin fundamentos sobre mí. Estuve de acuerdo con la opinión de mi padre, pero no me resulto fácil rechazar su invitación, así que fui posponiendo la confirmación de asistencia hasta ahora porque me molestaba no asistir a la fiesta de Carsein en ese día monumental, uno de mis dos amigos cercanos. Cuando me vio cara a cara y me consultó sobre la invitación, me dio un poco de vergüenza. Lo sentí mucho.
“Oh, no puedes venir como esperaba. De acuerdo.”
“… Lo siento”
“Bueno, está bien. Será mejor que tengamos cuidado especialmente en momentos como este. Están empeñados en encontrar fallas en ti de todos modos.”
“Aun así… es un día memorable para ti. Siento mucho no poder venir a celebrarlo.”
“Está bien, está bien.” Carsein, que había agitado ligeramente la mano, dijo con una sonrisa, como si lo hubiera pensando “Si lo sientes tanto, ¿Puedes hacerme un favor más tarde?”
“¿Favor?”
“Si. Si lo oyes y crees que no puedes, no tienes que hacerme el favor. ¿Qué te parece?”
“Claro. Gracias por entenderlo.”
¿Es por qué se ha convertido en un caballero que ha hecho un juramento? Le sonreí a él que parecía estar inusualmente maduro hoy. Esta fue la primera vez que sentí que era digno de confianza.
“Muchas gracias, Carsein. ¡Y felicidades!” murmuré para mí mientras volvía con Carsein.
Estaba deprimida por la mañana.
Como pensé que me sentiría mejor en un lugar lleno de gente que estando sola en casa en este día, seguí a mi padre al palacio imperial.
Sin embargo, hoy había poca gente en el campo de entrenamiento, y el despacho del capitán de la 1ra División de Caballeros estaba vacía.
‘Bueno, hoy hubo una fiesta de celebración para Carsein, así que el Duque Lars tal vez esté en casa’
Mientras mataba el tiempo, hojeando el papeleo, un empleado entro y me entregó una carta. Era una invitación a la hora del té.
‘¿Quién me invita el día de hoy?’
Extremadamente tensa, me dirigí al Palacio Imperial. Como si me estuviera esperando inadvertidamente, el jefe de los asistentes me escoltó como antes. No era ni un jardín ni una oficina a la que me escoltaba. Era nada menos que un estudio personal lleno de olor a libros.
Tan pronto como entré, mis ojos se abrieron de par en par ante la sorprendente escena. ¿Se puede llamar a este lugar un estudio? Había tres pisos. En el segundo piso, había estanterías llenas de libros, así como estanterías móviles. El cristal de la ventana con una vista completa del exterior estaba cubierto con cortinas blancas para evitar que la luz del sol diera directamente sobre los libros, y el techo tenía una ventana que se podía abrir y cerrar para ventilar.
En el centro de la espaciosa habitación con una alfombra mullida bordada con el escudo real, vi a un joven de pelo azul sentado en una cómoda silla. Sus ojos estaban cerrados y sus dedos entrelazados. Había una especie de melancolía emanando de él.
Me acerqué cuidadosamente a él. Como si estuviera en un sueño superficial, no abrió los ojos al llegar al otro lado.
Como no podía despertarlo, me giré en silencio y me dirigí a la estantería. Había una gran variedad de libros en las estanterías. Me impresionó la organización por géneros de los libros de política, economía, historia militar, táctica y administración.
Cuando miraba los libros de aquí y de allá, conteniendo las exclamaciones, me fijé de repente en el lujoso cuero negro y letras doradas.
A medida que la familia imperial retiró los directorios de más de cinco años de antigüedad al distribuir la última edición, no tuve la oportunidad de leer los antiguos, pero este lugar parecía poseer incluso los antiguos, ya que era la biblioteca del príncipe heredero.
Elegí el quinto libro de la derecha, que era un directorio publicado hace unos veinte años.
Cuando pasé la primera página, vi el linaje de las familias nobles.
1° El Duque Kasil, el “Escudo del Imperio”.
2° Duque Heidel, la “Rosa Roja”.
3° Duque Lars, la “Espada del Imperio”.
4° Duque Laurel, la “Gloria de la Victoria”.
5° Duque Jena, la “Rosa Negra”.
La jerarquía de las familias de los duques era la misma que escuché cuando tomé un curso sobre la historia del imperio pasado.
‘Bueno, esto no es importante de todos modos’
Abrí la parte de atrás del libro. Rápidamente revisé la lista de barones cuando lo oí llamarme fríamente a mis espaldas.
“¿Qué estás viendo?”
No sabía cuándo se despertó, pero ya se había acercado y empezó a mirarme fijamente.
Rápidamente volví a poner el directorio en la estantería y me volví hacia él. Como de costumbre, me miraba con el rostro inexpresivo.
“Ha pasado mucho tiempo, Señorita Monique.”
“Si, su majestad.”
“Viendo tu traje, parece que estuviste en el Palacio Imperial. Tengo entendido que hoy no debes venir al palacio.”
“Bueno, vine a ocuparme de mis tareas rápidamente porque no tenía otra cosa.”
“¿Por qué? ¿No fuiste a la fiesta para celebrar al hijo del duque Lars?”
“En cuanto a eso…”
“Hmm, parece que tu padre te dijo que no fueras.”
Como si comprendiera la situación, asintió con la cabeza y tiró de la cuerda para decirle al encargado que trajera el té. Poco después, el asistente que entró dejó las tazas. Suspiré un poco mientras bebía el té de lavanda y disfrutaba de su fragante aroma. Aunque estaba disfrutando del mejor té disponible sólo para la familia imperial, no me sentía feliz como de costumbre.
“¿Realmente quieres ir allí?”
“¿Perdón, su Majestad?”
“Parece que no estás contenta porque no puedes asistir a la fiesta.”
“…”
“Entonces, vamos a ir.”
“¿Perdón? ¿Qué quiere decir…?”
“Si realmente quieres ir allí, ven conmigo. Entonces, nadie va a chismear sobre ti.”
“… ¿Perdón?” le pregunté sin comprender.
‘¿Qué acaba de decir? ¿Dijo que quería ir conmigo? ¿De verdad?’