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 Un mal final.


Es un final totalmente incompatible con la portada rosa que lo rodea. No podía creerlo aunque pasara un poco más de tiempo.


Me arrepiento de no haberlo leído hasta el final.


La razón por la que Ijana y Relais tuvieron un mal final fue por su collar rojo.


Para ser más específico, su abuelo Gesuit, quien hizo el collar, uno de los pocos magos en el reino.


Fue por eso.


En la novela, Ijana se interesó en el collar desde la primera vez que vio Relais.


“Es un collar que va bien con el amor. Es muy hermoso.”


Desde que Ijana lo dijo, Relais llevaba el collar rojo cada vez que se reunía con él. Sus acciones para hacer que Ijana se vea bien le hicieron fallar en leer sus pensamientos.


Ijana no tiene nada que ver con su voluntad.


Siempre estaba cansado por los pensamientos de otros que conocía.


Por lo tanto, cuando estaba con Relais, que no podía leer sus pensamientos, sentía tranquila su mente.


Ijana pensó que Relais era su destino.


Pensaba que era una mujer especial y por eso mismo debía hacer lo posible por tenerla a su lado. Su deseo de estar con Relais, la única mujer que le dio tranquilidad, creció día tras día.


Ijana soñó con un futuro con ella.


Fue su deseo más sincero después de abandonar la torre.


No fue el único que soñó con un futuro juntos. Los sentimientos de Relais por Ijana.


Se hicieron cada vez más profundos.


Pronto cuando se confesó sinceramente con ella, Relais acepta su confesión con lágrimas.


Incluso en ese momento, el collar rojo brillaba en el cuello de Relais.


Su amor parecía fluir suavemente.


Es todo lo que leí el día anterior.


Sin embargo, tan pronto como la novela entra en la segunda mitad, la atmósfera cambia rápidamente.


De una atmósfera dulce a una atmósfera fría.


Fue debido a que en el principio, aquel collar rojo siempre estuvo presente. Su collar rojo sirvió de medio para conectarlos a los dos al principio.


Pero al final de la novela, fue el instrumento por el cual todos los personajes la pasarón mal.


Después de confirmar el amor de los demás, Relais se encuentra con Ijana después de vestir algo distinto y su collar rojo no formaba parte de su atuendo.


No había una gran razón, pero era sólo que quería usar un collar más bonito.


Sin embargo, el impacto de este acontecimiento fue tan grande que cambió completamente la atmósfera de la novela.


Ijana pudo leer los pensamientos de Relais.


Eso es lo que pasó. Claro que no es que ella tuviera pensamientos perversos o algo así.  En los pensamientos de Relais, sólo había sinceridad hacia Ijana.


Ese no era el problema. Fue el corazón de Ijana el que se dio cuenta de que la especialidad que sentía por ella, al no poder leer sus pensamientos, era falsa.


Conoció un sentimiento de vacío y traición.


Así es como me sentía por ella. Relais sufrio un engaño incluso sin planearlo ni quererlo.


Sin embargo, eso no significó que el sentido de traición que ella había desaparecido.  Era difícil creer que no fuera diferente de nadie más.


Fue difícil aceptar el hecho de que no fuera una persona especial. Ijana vino a averiguar por qué no pudo leer los pensamientos de Relais.


Entonces pronto se dio cuenta.


El día que no puedo leer los pensamientos de Relais. El hecho de que llevaba un collar rojo.


“¿De dónde sacaste ese collar?”


Ijana ya no la llamaba por aquellas palabras dulces que ella conocía.


“Es precioso, ¿no? Mi difunto abuelo me lo dió. Es un collar que te protege de las amenazas mundiales. Es algo muy importante para mí.”


“Si es su abuelo…”


“Gesuit, ¿Ha escuchado sobre el Majestad? Era bastante famoso como mago.”


Ijana se sintió familiarizada con el nombre del viejo mago y lo pensó varias veces.


Mago… Quizas en la torre…


No se le ocurrió nada.


No podía pensar en ningún “recuerdo” relacionado a Gesuit Atlanta. Ijana aprendió más tarde sobre Gesuit.


Unos días después, descubrió por qué el nombre se sentía familiar y porque no podía recordarle.


Antes de que Ijana estuviera atrapado en la torre, recordó algo vagó sobre él, recordó aquel cabelo rojo similar al de Relais.


“El Príncipe ha recibido una maldición.”


“¿Es eso cierto?” dejó una pregunta extraña:


Fue sólo un mes antes de que estuviera atrapado en la torre.


Además, fue alrededor de esa época cuando apareció la extraña disfunción de Ijana.


Su habilidad no existía desde el nacimiento.


La expresión “maldición” que Gesuit dijo era demasiado dura.


Le habría preguntado si podía, pero ya había muerto hace mucho tiempo.


Los muertos no podían revelar secretos.


Sinceramente valía la pena haber leído la historia hasta ese punto… Sin embargo, lo siguiente era algo que nunca había imaginado.


Ijana seguía persiguiendo los recuerdos para intentar descubrir una respuesta.


“¡Eso es!”


Descubrió que di la maldición de leer los pensamientos de la humanidad fue a causa suya.


Por supuesto, no pudo entender por qué lo maldijo.


Le dio una maldición pero fue increíble que le hizo a Relais un collar que la protegía de la maldición que le había dado.


Desde entonces, a Ijana le resultaba extremadamente difícil ver a Relais a la cara.


Cuando la miraba, solo podía pensar en Gesuit y lo que sus acciones le ocasionaron en su vida.










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